León
Todo transcurria más lento a tu lado llevabas la tranquilidad del buen andar Dejabas tu corazón expuesto con miedo a que se abriera en tu pecho la herida que dormía bajo su costura. Contabas de reyes y de guerras, de pactos y tratados. Demostrabas la pasión de enseñar al que escuchara la historia del mundo. Con cariño me enseñaste el cielo serrano. Apoye mi cabeza en tu hombro y rodeaste con tus brazos mi cintura. Nos besamos y encontré en tus labios los silencios y las pausas; la dulzura. Tuve miedo, lo confieso, de amarte y no llegar a la altura de tu entrega. Te deje al costado del camino. Me arrepiento de mi cobardía, de no poder retroceder calendarios y volver a ese día.