Palabras a mi hermano Entre tú y yo algunas tristezas se sorprenden alma la tuya viajera, curiosidad de palabras, pasos errantes los primeros, amigo sin quererlo, el mejor, el primero y esos tus ojos que examinan las almas son los que dan partida a nuestros lazos un mismo vientre y los mismos pechos ahí nos conocemos, desde la fundación desde las edades líquidas e intranquilas. Yo te abrazo soy el aire, tu el fuego sempiterno que ilumina, mi sangre lleva tu sal y mi sal tu sangre, somos semillas de un mismo huerto frutos salidos de la misma humilde rama. Tu corazón tiene latidos apacibles, mas valentía, el mío te vigila, te acompaña desde tu primer y tambaleante paso hasta la ultima gota de la ultima lágrima. Te miro, tan lejano a veces, solitario, perseguido de raíces que no son tuyas ni fronteras que no acercan distancias y sin que sepas te abrazo como antes, te beso como ayer o como mañana y caminamos juntos, ya no de la mano, como en tus primeros pasos, sino como adultos, con dos