Muerte
Naciste en mi con muerte irremediable
Con horario marcado en las pizarras
Del amor,
Compartimos la vida finalmente
En el humo de algunos cigarrillos
Hasta hoy.
Navego tu sonrisa por adentro
De mi boca; yo se que tu sonrisa
Es azul.
Yo escondí todas mis fatalidades
Para evitar reproducirme en ellas
Ya sin luz.
Estuve padeciendo la distancia
Que nos unía, que nos separaba;
Tu también.
Cuando el otoño andaba en nuestros ojos
Nunca era tarde, nunca era mañana,
Ni después.
La edad del desconsuelo se ha subido
Al desnudo lenguaje que fabrico
Para hablar;
Producida la herida, que la sangre
Salga toda y mañana no se cierre
Sin sangrar.
Yo te fundo orden de la lágrima
Para que siempre allí tengamos donde
Recurrir,
Yo no sé despedirme de otro modo
Ni dar ternura a esta manera
Cruda de morir.
Ignacio Anzoategui
Con horario marcado en las pizarras
Del amor,
Compartimos la vida finalmente
En el humo de algunos cigarrillos
Hasta hoy.
Navego tu sonrisa por adentro
De mi boca; yo se que tu sonrisa
Es azul.
Yo escondí todas mis fatalidades
Para evitar reproducirme en ellas
Ya sin luz.
Estuve padeciendo la distancia
Que nos unía, que nos separaba;
Tu también.
Cuando el otoño andaba en nuestros ojos
Nunca era tarde, nunca era mañana,
Ni después.
La edad del desconsuelo se ha subido
Al desnudo lenguaje que fabrico
Para hablar;
Producida la herida, que la sangre
Salga toda y mañana no se cierre
Sin sangrar.
Yo te fundo orden de la lágrima
Para que siempre allí tengamos donde
Recurrir,
Yo no sé despedirme de otro modo
Ni dar ternura a esta manera
Cruda de morir.
Ignacio Anzoategui
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