Aquelarre
El aquelarre se reúne en el claro de la espesura. Siluetas se dibujan. Sombras que danzan torno al fuego Y allí, dentro de las llamas gritos desgarradores alimentan a los festejantes. Invocan el demonio de la codicia y el ultraje. Ese que reparte para sus acólitos. Los adiestra en adornar discursos con falsas promesas. En engaño e hipocresía. Hipotecan el futuro, revuelven el trágico pasado y dibujan el miedo. Peor, promueven la ignorancia. Y felices vuelven a la cotidaneidad relamiendo sus garras después de un banquete de descuidados corderos.