Te amo y te quiero
Hoy en el colectivo me deje caer por un instante, estuve jugando con las patentes, con los modelos y colores de los coches que pasaban al lado y pensaba un poco en vos. En que le jazmín de luna (o chino) ya trepa los muros de las casas de barrio Cofico, anuncio certero de la llegada de la primavera.
Tus manos recorriendo mi espalda...dicho esto por segunda o tercera vez si consideramos las innumerables cartas que te he escrito. Esas que no te doy para no hacerte perder el tiempo, para que no te distraigas en pensar lo que nos pasa., esas que sueño un libro. Todas las palabras que callo (algo infinitamente complicado para mí) y enjaula mi inconsciente...Tus manos recorriendo mi espalda, tomando mi cintura genera en mí problemas motrices, por lo que resultaba difícil dar vuelta a mirar de forma tonta la calle, el puente ferroviario, los murales sin marearme y trastabillar mientras el autobús salta. Entonces llegan a mi mente esas caminatas subiendo la calle (nunca recuerdo el nombre) que llevaba a tu casa. Las interminables charlas proyectivas o en las que simplemente reíamos como locos de nuestras ocurrencias o de algún desconocido que pasaba absorto en sus pasos y no nos miraba ni de reojo. Llevado al presente los proyectos te aseguro que no te quiero faltar el respeto porque sí hay algo de lo que estoy segura es que de metafísica sabes más que yo. No quiero traer a la memoria todas las peleas y lo no dicho para no quebrantar la tregua. Comprende que si te pido un abrazo no es simplemente un capricho, ni ganas de terminar enroscados en otros varios, espléndidos y astrales sobre la cama. Sólo necesito sentirte cerquita un momento, piel con piel, aspirar tu perfume y confirmar que aparte de mi amor eres mi amigo.
Bueno verás en estas líneas que desomito varias cosas, notese mi frustración por ello, porque de todas maneras no es más que un puñado de palabras y no encuentro positivo contarte tanto. Prefiero demostrártelo. Sigo tus enseñanzas y hago. Y no te lo digo mucho pero además de amarte te quiero.
♥ Gabriela ♥
Tus manos recorriendo mi espalda...dicho esto por segunda o tercera vez si consideramos las innumerables cartas que te he escrito. Esas que no te doy para no hacerte perder el tiempo, para que no te distraigas en pensar lo que nos pasa., esas que sueño un libro. Todas las palabras que callo (algo infinitamente complicado para mí) y enjaula mi inconsciente...Tus manos recorriendo mi espalda, tomando mi cintura genera en mí problemas motrices, por lo que resultaba difícil dar vuelta a mirar de forma tonta la calle, el puente ferroviario, los murales sin marearme y trastabillar mientras el autobús salta. Entonces llegan a mi mente esas caminatas subiendo la calle (nunca recuerdo el nombre) que llevaba a tu casa. Las interminables charlas proyectivas o en las que simplemente reíamos como locos de nuestras ocurrencias o de algún desconocido que pasaba absorto en sus pasos y no nos miraba ni de reojo. Llevado al presente los proyectos te aseguro que no te quiero faltar el respeto porque sí hay algo de lo que estoy segura es que de metafísica sabes más que yo. No quiero traer a la memoria todas las peleas y lo no dicho para no quebrantar la tregua. Comprende que si te pido un abrazo no es simplemente un capricho, ni ganas de terminar enroscados en otros varios, espléndidos y astrales sobre la cama. Sólo necesito sentirte cerquita un momento, piel con piel, aspirar tu perfume y confirmar que aparte de mi amor eres mi amigo.
Bueno verás en estas líneas que desomito varias cosas, notese mi frustración por ello, porque de todas maneras no es más que un puñado de palabras y no encuentro positivo contarte tanto. Prefiero demostrártelo. Sigo tus enseñanzas y hago. Y no te lo digo mucho pero además de amarte te quiero.
♥ Gabriela ♥
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