Y la sangre llego al río...
El día que murió Cortázar Buenos Aires se llenó de mariposas y yo me animaría decir que algo pasó en mí con mis recién cumplidos 2 años. Creo que las mariposas también pasaron por Córdoba y se quedaron a vivir en mi loca cabeza. Sino como explicar que me encuentre aquí sentada un domingo a las 13:20 hs. Creo que es una buena forma de hacer catarsis aunque preferiría un bolígrafo a este viejo ordenador que anda a leña (a mí no me regalaron una netbook) lo que no es bueno ya que contribuye al asqueroso efecto invernadero. Y he aquí que llegamos al por qué del título de esta causalidad. Si señoras y señores la sangre ha llegado al río, al aire, a la tierra y un fuego pestilente nos consume. Hace años que se nos viene advirtiendo que el planeta azul llora por nuestras negras almas y los desechos que van dejando a su paso, ¡y no se nos mueve un pelo por así escribirlo! Hoy terremotos, inundaciones, sequías, erupciones volcánicas nos dicen ¡basta! Esperemos que no sea demasiado tarde, no p...